Y pasará mucha gente por tu vida, que te hará creer que es esa persona, que está ahí para todo y que a la mínima de cambio tirará de su propia manta para dejar ver que en realidad solo estaban de paso.
Pero otras veces, esa persona llega, y la primera vez que te saluda o te hace reír notas como esa risa que te saca es distinta, cómo a partir de ese momento nunca volverás a sentirte solo incluso en los peores momentos. Cómo por fin encontraste ese abrazo sincero que andabas buscando, ese hombro en el que apoyarte aunque fuese de puntillas, la mano que te acompaña pese a los obstáculos que tenga el camino, el puño que te seque las lágrimas o en mi caso; por fin encontré a quién supo hacer que dejara de llorar.
Porque supiste cambiar las tristezas por alegrías, los llantos por carcajadas y porque has sabido ser desde el principio el mejor amigo que alguien pudiera imaginar.
Y sin si ni quiera imaginarlo, llegaste tú.
Gracias por aguantarme, por cuidarme como nadie, por quererme hasta cuando dan ganas de matarme y simplemente por existir..
Y recuerda, yo he venido para quedarme, amigo.