forte

martes, 23 de diciembre de 2014

De nuevo aquí, felices fiestas

He aprendido que por mucho que busques, las cosas importantes siempre acaban encontrándote a ti. Que las situaciones que te pone la vida nunca son por qué sí, que lo que viene, viene por algo y que bienvenido sea.
Que crecer implica madurar y con ello ser mejor de lo que ya eras, que se aprende de lo que nunca se pensó que nos enseñaría; y que se enseña a quien menos pensamos que nos tendría en cuenta.
Que los fantasmas existen y que están por todos lados, pero que el que quiere, sabe espantarlos y el que no sabe, acaba espantado.
Que no hay que temer a lo desconocido por eso de "más vale bueno conocido que malo por conocer" , que muchas veces la falta de coraje para dar puerta a ese mal conocido, es la fuerza que nos hace falta para empezar a conocer lo nuevo. Y sobre todo; que lo viejo, siempre empieza por ser nuevo en algún momento, y que muchas veces, ese algo nuevo, es justo lo que necesitamos. Y es maravilloso.
No debemos aferrarnos a nada. Ni a lo bueno, ni mucho menos a lo malo. Porque a veces tal como viene, se nos va. Y eso eso es lo bonito de la independencia, la capacidad de ser feliz por ti mismo, por ti solo. Con ayuda, (con mucha ayuda, porque que te quieran, ¡y querer! es la hostia) pero nunca por nadie, ni por nada.


Y que con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho. Que comáis muchos mazapanes, polvorones y bombones. Que seáis moderados con el alcohol, y que os acordéis mucho de los que se acuerdan de vosotros. Que enviéis whatsapp de amor en ese último segundo que os quede de año confesando que el 2015 será vuestro, y que penséis en los que no están, que los te quieros a los que ya se fueron, nunca están de más.

¡Feliz navidad!