forte

martes, 31 de julio de 2012

"A ti"

Amo a quien me falta, a quien me dice que puede que me olvide, a quien me tira de la cabeza contra su pecho haciéndome que escuche sus latidos, a quien no me abandona aunque se vaya, a quien me acaricia solo con miradas, a quien me agarra la pierna mientras me busca la mano con su otro brazo, a quien me grita cuando la cago, a quien no me vende la moto ni me compra con mentiras, a quien nadie entiende, a quien me entiende a mí, a quien hace que le entienda.
Amo a quien duda, a quien nada me asegura pero siempre me regala sonrisas, a quien me escucha aunque lleve cascos, a quien me da todo su calor sin abrigo, a quien me coloca una margarita en el pelo porque comprar rosas está muy visto. 
Amo a quien me dice que no le ame, que no le va eso del amor. A quien me habla despacio cuando no le entiendo, a quien me cuida cuando enfermo, a quien me dice "no bebas más, que ya me ves doble y solo soy uno", a quien flirtea con otras para ponerme celosa pero luego me demuestra que solo está para mí.

Amo a quien a pesar de no irle el amor, lo valora a mi lado.


martes, 17 de julio de 2012

Him

En mi opinión es una pérdida de tiempo intentar engañar al corazón cuando éste trata de decirte lo que siente en cada momento.
A veces, nos hacemos los fuertes o los superados con personas que quizá para nosotros siguen siendo importantes y que nosotros consideramos que han pasado de esto, a demasiado importantes.
Pero no por ello podemos reprimir esos sentimientos, no podemos obcecarnos en que pasará dentro de poco y lo terminaremos olvidando porque no siempre sucede de esta forma.
Yo, me incluyo. 
Como el resto del mundo, también he intentado mentirle a la gente diciendo que ya no le quería, pero por mucha gente a la que engañase a mí no me terminaba de convencer y si esto sucede, es porque no es realmente lo que sentía.
¿De qué me servía decirme mañana tras mañana que no le echaba de menos si me dormía recordando como me daba las buenas noches?
Sí que es cierto que a veces quizá nos presionan mucho para que olvidemos a quien no nos conviene, pero siempre somos nosotros los que debemos llevar las riendas de nuestra vida y decidir por nosotros mismos si queremos a alguien y si ese alguien merece que sigamos luchando y a veces sufriendo por él.
Quizá... me he cansado, y esto me ha frenado en muchas ocasiones a que le demuestre a ciertas personas lo que de verdad sentía, pero yo vivo para mí, no para los demás, y por eso estoy dispuesta a vivir como yo creo que debo hacerlo; de corazón.
Y sí, quizá me equivoque una y otra vez y me tropiece con la misma piedra demasiadas veces ya, pero quizá esa maldita piedra sea la única que cuando todos dejáis de observar lo que hago para sacarme defectos, siga a mi lado intentando hacerme minimamente feliz para que consiga seguir adelante.
Pero eso no lo veis los demás, solo yo. Porque es a mí a quien necesito que se lo demuestre, no a vosotros.

Quizá por eso él es tan importante en mi vida, porque a veces no me pregunta por qué hago las cosas... simplemente se limita a decirme que estará a mi lado, esperando por si me caigo para ayudarme de nuevo a levantar.

lunes, 16 de julio de 2012

¿Me recuerdas?

Posdata,te extraño.
Suelo decirle a la gente que te he olvidado, que tú para mí estás muerta.
He intentado creérmelo de todas las maneras posibles, deseando que un día me despertara y ya no te echara de menos.
He probado de muchas formas, con muchos chicas, y siéndote sincero, he aprendido mucho en este tiempo sin ti.
He aprendido, por ejemplo, que lo que una vez nos dice la cabeza, más tarde el corazón lo termina traicionando.
He sido el espectador de una lucha entre mi conciencia y mis sentimientos, y aún así paree que la guerra no se acaba nunca.
También, he buscado dentro de mí lo que jamás había visto con estos ojos.
Buscando una respuesta a por qué siempre que me acuerdo de tu voz termino con una sonrisa en los labios.
Y bueno, tus labios creo que podrían calificarse como la peor tortura conocida.
Sólo pensar en que hubo en momento en el que creí que no los echaría de menos, que eran unos labios como los de la mayoría de las mujeres.
Ahora sé que me equivocaba.
Recuerdo cuando en un tiempo tú me preguntabas cuanto te quería y yo intentaba darte una respuesta indefinida, algo que jamás hubieras escuchado.
Tú me asegurabas que me querrías eternamente, y continuamente me hacías jurar que caminaría contigo hasta el final.
JAMÁS PUDE HACERLO.
Sé que te dije mil y una tonterías por aquel entonces, pero tampoco me arrepiento de haberlo hecho. 
A mí lo que me llenaba era tu sonrisa.
Sé que mis amigos no dejaban de criticar nuestra extraña manera de querernos; de vivir el uno por el otro en apenas dos miradas.
Todos ellos sabían que yo era un inexperto en esto del amor. 
Ahora me doy cuenta de que ellos no comprenden lo que significa realmente amar.
Y ha pasado bastante tiempo desde la última vez que me dirijiste la palabra.
Te aseguro que me siento un gilipollas desde que te juré que no me importabas.
Desde esa tarde en la que te vi llorando por mí en la playa, esa playa donde una vez tú y yo nos consumimos a besos.
Te dije también que no te echaba de menos, que no te necesitaba.
Quizás lo hice por orgullo, o tal vez pensé que de esa forma me olvidarías antes y seguirías con tu vida.
Que te haría ver que yo sólo soy ese error que siempre me sentí a tu lado.
Ojalá algún día tengas tiempo para explicarme cómo te sentiste tú tras nuestro último abrazo.
Hace mucho, cuando me sentía parte de tu vida, te dedicaba cada balada de amor que escuchaba.
Hoy por hoy, el rock and roll me sigue recordando un poco a ti.
Siempre ha sido algo que nos unió desde el principio.
Te supliqué con el paso del tiempo que fueras mi musa.
Que fueras el motivo por el cual cantara y rasgara las cuerdas de mi guitarra; de quebrarme la voz pensando en ti.
Sin embargo no fue hasta que te perdí cuando te escribí una canción.
Jamás pude decirte que la compuse por ti. 
Solías decirme que no te considerabas guapa; que eras una chica del montón.
A lo mejor no me creíste nunca, pero te repito que desde que te conocí para mí has sido la más preciosa de este mundo.
Te lo aseguro, nadie sobre la Tierra tiene tus ojos.
Tú y yo nunca llegamos a nada mayor que los besos. A nada físico, me refiero.
Realmente presumo en secreto de que tú y yo nos hemos querido como pocos lo han hecho.
De que podíamos hacer el amor con sólo mirarnos.
Yo no siquiera te saludaba con un beso. Nunca.
Lo considerábamos algo demasiado valioso como para malgastarlo a la primera de cambio, algo demasiado personal.
La gente tampoco conseguía entender eso.
En este tiempo me han pasado muchas cosas. 
Ha llegado más gente a mi vida, para qué te voy a mentir.
Y toda esa gente, se ha ido yendo también.
Si me abandonaron o les abandoné yo, eso es algo que ni si quiera recuerdo ya.
Créeme, ha sido mucha, muchísima gente la que ha aparecido en mi camino. Pero joder...
¿Por qué ninguna de ellas se parece lo más mínimo a ti?
¿Por qué tienes que ser tú la única persona en este mundo que llene ese hueco incompleto en mí?
¿Por qué demonios tenemos que ser tú y yo el uno para el otro?
¿Por qué tienes que ser especialmente tú mi alma gemela?
¿Sabes? Me gustaría poder decir que has cambiado.
Que ni si quiera te reconozco, que no eres esa pequeñaja de ojos preciosos de la que yo me enamoré un otoño cualquiera.
Pero sé que el que realmente ha cambiado soy yo.
Sé que el que te abandonó sin motivo,  el que no se merece que le recuerdes y que nunca podrá olvidarte soy yo.
Algunas veces prometo que incluso sentía miedo.
Miedo de que pudieras llegar a sentir algo tan grande por alguien como yo; el que siempre te ha repetido que no te merece.
Tenía miedo, sí.
Miedo de no poder quererte de la forma en la que lo hacías tú.
Otros recuerdos, aún así, son los mejores que tengo guardados.
Los tengo escondidos aquí dentro, junto a la bola de papel que hice con nuestra foto y que jamás pude romper, y una caja donde todavía guardo un montón de regalos que me quedan por darte algún día.
También guardo en la caja un frasquito con mi olor.
Tú siempre me repetías que te encantaba, y yo hacía incapié en que lo consideraba especial.
Me dí cuenta de lo que significaba para ti el día en el que soñé otra vez con el aroma de tu pelo.
En la caja, hay incluso un juego de sábanas blancas.
Son por cada vez que me acostaba, cuando me daba por pensar en ti.
Tanto lo hice, que mis sábanas terminaron recordándome cada noche  que una vez te prometí que dormiría contigo.
Hoy, escribiendo todo esto sólo espero que sepas comprenderme como lo llevas haciendo el que te conocí.
Entender que ni si quiera sé si merezco que me quieras, o empezar a plantearme por qué en su día te dejé llorando sola, cuando lo que estaba haciendo me dolió como si me arrancaras el corazón sin avisar.
Buscar la razón por la que abandoné a la persona que más me ha llegado a importar en esta puta vida.
Y te prometo que cuando lo haga, volveré para decirte todo lo que siento y demostrarte con mi vida que jamás volveré a querer a nadie de la manera que te quiero a ti.
Gracias, una vez más, por dejarme formar parte de tu vida.



<<Ojalá algún día volvamos a ser una sola piel.>>



miércoles, 11 de julio de 2012

Aunque tú no lo sepas..




Porque aunque tú no lo sepas, te quiero más de lo que nadie llegará a quererte jamás.
Porque eres quién hace que me tiemble el pulso con solo un saludo, porque tus "pequeña" suenan distintos.
Porque me apetece, porque eres increíble y porque solo yo saco esa faceta tuya. Porque solamente yo conozco ese lado oculto de niño pequeño.
Porque me vuelves loca cuando me dices de dormirte en mi oído.
Porque sí, porque eres tú, porque soy yo.
Porque prefiero ser siempre contigo

martes, 3 de julio de 2012

Eterno..

<< ...
-Dime cosas que te recuerden a mí
+La coca-cola, la colonia de bebé, el olor a playa, el pan con aceite, los cotilleos, las novelas de amor, la película 'Grease', las matemáticas, el fútbol, el color marrón con el color negro, el pinta uñas, las pestañas postizas, el color rosa, los delfines, el chocolate, las argollas grandes, las palabras en diminutivo, el lápiz de ojo, las chucherías, los sunnys delight... incluso mi madre me recuerda a la tuya y hace que me acuerde de ti
... >>


Porque todo lo que empieza siendo pequeño, termina convirtiéndose en grande, en muy grande, en ENORME. Y creo que eso te ha pasado a ti, a mí, a ti conmigo, a mí contigo, a nosotras dos juntas. Comenzamos siendo algo tan pequeño que no podía considerarse ni amistad, y ahora no soy capaz ni si quiera de imaginarme sin ti, sin tus abrazos de repente mientras nos reímos, o que saltes del banco y corras hacia mí para cogerme en volandas y terminemos tiradas por lo suelos muertas de risas por cosas que si los demás entendieran nos tacharían de locas...
Es más, soy incapaz de pensar que algún día vas a faltar,porque solo de pensarlo, me pongo triste, tan triste que no me apetece ni escuchar música (y mira que yo no soy nada sin la música..) Pero son cosas que pasan ¿qué sería de una napolitana sin el chocolate de dentro? ¿o de un bollito sin crema por dentro? no sé, sería como separarme de ti, nada. Cero.
Por eso, solo rezo cada día, para que esos bollos rellenos o esas napolitanas sigan estando en mi despensa cada mañana, y tú, en mi vida, cada día.

Se escribe Roma, se pronuncia: 
amistad eterna.