Cada año que pasa, llegados a este día, cada uno de nosotros se vuelve un poco nostálgico y le da por agradecer cada segundo de su ya casi finalizado año. Nos ponemos a pensar en cuántos errores hemos cometido a sabiendas de que algunos volveríamos a cometerlos una y mil veces más.
Intentamos hacer el famoso borrón y cuenta nueva. Como si de cambiar de vida se tratase, sin darnos cuenta que sólo cambiamos la última cifra de nuestro calendario.
Recibimos el nuevo año como si supiéramos de ante mano que llega cargado de dicha, y lo único que nos trae son las promesas que olvidamos cumplir en este año que apenas se nos escapa de las manos.
Por eso este año no prometas nada. No dejes para mañana ese beso, ni ese te quiero, ni tampoco ese ya no podemos seguir así. Di adiós a quien no merezca formar parte de tu vida y cuida a cada uno de los que se lo han ganado a pulso.
Se feliz. Es fácil. Disfruta de los paseos, de las carcajadas con tus colegas, de la comida de tu madre, de los sermones de tu abuelo, de cada roce de mejillas de esa persona que hace que te tiemblen las rodillas e incluso de las broncas siempre acertadas de tus amigas de toda la vida.Mira la vida a corto plazo y disfruta cada paso de un camino que todavía no se ha terminado. No corras. Respira profundamente y sigue cuando casi no te quede aliento. Pide ayuda si la necesitas y ofrécela a quien creas que lo merece.
Gracias a cada persona que se fue de mi vida en este 2015, e igualmente gracias a los que eligieron quedarse.
Espero aprender mucho en este nuevo año. Feliz año nuevo a todos.
