forte

viernes, 29 de junio de 2012

Zeropositivo

'Estuve tan cerca que siento que pude tocarte.'
Dicen los locos -o los que quizá deban ser llamados como cuerdos- que la esperanza es lo último que se pierde, pero yo no lo comparto. 
Todos hablan de la esperanza, pero ¿y las ganas? a veces por mucha esperanza que se tenga de presenciar algo que ansiamos, de conseguir eso que llevamos buscando tanto tiempo o de estar con la persona que amamos... las cosas se tuercen y el momento tarda demasiado en llegar. Y nos cansamos.
Porque somos humanos, y nos equivocamos, lloramos, sufrimos, seguimos adelante, nos cansamos a mitad de camino y nos sentamos en mitad del asfalto solo para tomar esa bocanada que a veces tanta falta nos hace. Pero por mucho que sigamos, a veces, a pesar de la esperanza que siempre nos ampara, nos faltan las ganas de levantarnos de ese asfalto. Las ganas de seguir guardando el sitio en el lugar en el que queremos que ese algo suceda, o simplemente nos cansamos de esperar a que esa persona llegue, o a veces, vuelva.
Los cuerdos, locos o como demonios quieran llamarlos, dicen que mientras haya esperanza, lo demás vendrá solo.

Mi pregunta es,


 ¿vendrás solo o se te habrán acabado las ganas?

jueves, 14 de junio de 2012

volviste..

Cuántas veces habré oído que nadie es perfecto, y cuántas veces habré dicho que la frase llevaba razón, que ni si quiera nosotros mismos por muy perfectos que nos creamos, lo somos
Pero me he acordado de otra frase
"nadie es perfecto... hasta que te enamoras"
y a mi parecer, creo que esta última tiene aún más razón que la primera, por el simple hecho de que cuando te enamoras lo ves todo a través de una venda que solo te deja ver lo que quieres; y lo que no te interesa, lo apartas 
Y creo, que eso es lo bonito de enamorarse, apartar todas esas cosas que no nos gustan de la otra persona para centrarnos única y exclusivamente en las cosas que nos apasionan, en cómo te mira, en cómo es capaz de hacerte sonreír sin apenas hablar, en cómo se te entrecorta la respiración cada vez que él se te acerca... porque por muchas cosas que tenga que no me gusten, me siguen temblando las rodillas al oír su voz, se me siguen subiendo los colores cada vez que dicen su nombre y me siguen entrando ganas de comerle cada vez que me llama pequeña
Es simple, aparto todo aquello que me hace daño de él, cómo su mal humor cuando discute con sus padres o su hiperactividad cuando bebe coca cola, y me centro en cuando se me queda dormido al oído pidiéndome con el último hilito de voz que le queda que no le cuelgue una y otra vez...
Porque por muchas cosas malas que tenga, le quiero, y a veces pienso que por mucho tiempo que pase, le seguiré queriendo pase lo que pase