Happy Wednesday

Ahhhhhhhhhhhh, tengo la cabeza repleta de logaritmos, de números enteros sencillos, del Conde Lucanor, de phrasal verbs, de las regiones de Francia, de ATP, de lo que Platón decía que era real para él, de enfermedades contagiosas e incluso de aerobic. 
Y sin embargo solo soy capaz de pensar en que necesito viernes para ver a lo más bonito de Sevilla, en que el domingo cumple 16 años una de mis princesitas, en que dentro de poco es Navidad, en que Pablo Alborán ha sacado nuevo disco y yo aún no he podido ir a comprarlo. Mi capacidad de concentración es de menos mil y sin embargo extrañamente siento que necesito darme un poco de confianza, en que debo pensar que si esta vez no sale bien todo me saldrá mejor la próxima.. pero no sé, espero que mi intuición no me falle y al menos todo salga aceptable.
Me voy a seguir con mis "queridísimas" matemáticas, soñadores.

¡Que no os arruinen el miércoles!

Without you

Lo peor de perder  a alguien importante no es el perder a esa persona en sí, es perderte a ti mismo. Sentir ese vacío dentro que te hace recordar día tras día que esa persona ya no está. Intentar engañarte a ti misma pensando que algún día volverá su olor, su calor, a sabiendas de que nada de eso pasará.

Perder no duele, duele el intento de vencer el dolor por lo perdido.

Para mí, el mayor de mis errores fue ese intento, fue engañarme, no llorar, no demostrar que me importaba cada vez que sentía que debía hacerlo, el consolar teniendo que ser consolada, el sentirme sola dominada por el miedo a pedir ayuda. El no saber qué ayuda necesitaba pedir.
Creo que a pesar de todo, nunca me arrepentiré de nada. Quizá en tardes frías y lluviosas me lamente en silencio mientras veo cómo pasa el tiempo tras el cristal de mi ventana, sintiendo como minuto a minuto me pierdo entre mis miedos. Pero para mí, la única salvación posible es pensar que después de la tormenta siempre sale el Sol.